Monday, 30 September 2013
¿CÒMO ESCUCHAMOS2? PLANO PURAMENTE MUSICAL/ http://oscrove.wordpress.com/historia-de-la-musica/31-como-escuchamos/
PLANO PURAMENTE MUSICAL
El tercer plano en el que existe la música es el plano puramente musical. Además del sonido deleitoso de la música y el sentimiento expresivo por ella emitido, la música existe verdaderamente en cuanto las notas mismas y su manipulación. La mayoría de los oyentes no tienen conciencia suficientemente clara de este tercer plano. Hacer que se percaten mejor de la música en ese plano será en gran parte la tarea de este libro.
Pro otro lado, los músicos profesionales piensan demasiado en las meras notas. A menudo caen en el error de abstraerse tanto en sus arpegios y staccatos, que olvidan los aspectos más hondos de la música que ejecutan. Pero desde el punto de vista el profano, no es tanto cuestión de vencer los malos hábitos en el plano puramente musical como de enterarse mejor de lo que sucede en cuanto a las notas.
Cuando el hombre de la calle escucha “las notas” con un poco de atención, es casi seguro que ha de hacer alguna mención de la melodía. La melodía que él oye es bonita o no lo es, y generalmente ahí deja la cosa. El ritmo será probablemente lo siguiente que le llame la atención, sobre todo si tiene un aire incitante. Pero la armonía y el timbre los dará por supuestos, eso si llega a pensar siquiera en ellos. Y en cuanto a que la música tenga algún género de forma definida, es una idea que no parece habérsele ocurrido nunca.
Es muy importante para todos nosotros que nos hagamos más sensibles a la música en su plan puramente musical. Después de todo, es una materia verdaderamente musical lo que se está empleando. El auditor inteligente debe estar dispuesto a aumentar su percepción de la materia musical y de lo que a ésta le ocurre. Debe oír las melodías, los ritmos, las armonías y los timbres de un modo más consciente. Pero sobre todo, a fin de seguir el pensamiento del compositor, debe saber algo acerca de los principios formales de la música. Escuchar todos esos elementos es escuchar en el plano puramente musical.
Permítaseme repetir que sólo en obsequio a una mayor claridad disocié mecánicamente los tres distintos planos en que escuchamos. En realidad, nunca se escucha en este plano o en aquel otro. Lo que se hace es relacionarlos entre sí y escuchar de las tres maneras a la vez. Ello no exige ningún esfuerzo mental, ya que se hace instintivamente.
Esa correlación instintiva quizá se aclare si la comparamos con lo que nos sucede cuando vamos al teatro. En el teatro nos damos cuenta de los actores y las actrices, los vestidos y los decorados, los ruidos y los movimientos. Todo eso le da a uno la sensación de que el teatro es un lugar en el que es agradable estar y ello constituye el plano sensual de nuestras reacciones teatrales.
El plano expresivo del teatro se derivará del sentimiento que nos produzca lo que sucede en la escena. Se nos mueve a lástima, se nos agita o se nos alegra. Y es ese sentimiento genérico, engendrado al margen de las determinadas palabras que allí se dicen, un algo emocional que existe en la escena, lo que es análogo a la cualidad expresiva de la música.
La trama y su desarrollo equivalen a nuestro plano puramente musical. El dramaturgo crea y desarrolla un personaje de la misma manera, exactamente, que el compositor crea y desarrolla un tema. Y según el mayor o menor grado en que nos demos cuenta de cómo el artista en cualquiera de ambos terrenos maneja su material, así seremos unos auditores más o menos inteligentes.
Con facilidad se echa de ver que el espectador teatral nunca percibe separadamente ninguno de esos tres elementos. Los percibe todos al mismo tiempo. Otro tanto sucede con la audición de la música. Escuchamos en los tres planos simultáneamente y sin pensar.
En un cierto sentido, el oyente ideal está dentro y fuera de la música al mismo tiempo, la juzga y la goza, quiere que vaya por un lado y observa que se va por otro; casi lo mismo que le sucede al compositor cuando compone, porque, para escribir su música, el compositor tiene también que estar dentro y fuera de su música, ser llevado por ella, pero también criticarla fríamente. Tanto la creación como la audición musical implican una actitud que es subjetiva y objetiva al mismo tiempo.
Lo que el lector debe procurar, pues, es una especie de audición más activa. Lo mismo si escuchamos a Mozart que a Duke Ellington, podremos hacer más honda nuestra compresión de la música con sólo ser unos oyentes más conscientes y enterados, no alguien que se limita a escuchar, sino alguien que escucha algo.
(texto tomado del libro Cómo escuchar la música de Aaron Copland, editorial Fondo de Cultura Económica, 1997, páginas 27 a la 35)
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14 comentarios hacia “Cómo escuchamos”
porraso Dice:
marzo 24, 2008 a 3:51 pm
Estuve por aquí cada ves esta mejor la página te invito a que revises también la pagina de la Tuna
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PAULA Dice:
julio 29, 2008 a 10:26 am
me parecio muy agradable e interesante la forma expresiva del tema se nota la el saber del tema
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Miguel Dice:
abril 5, 2011 a 1:00 pm
Que tal? trabajo con mis estudiantes de secundaria tres niveles o aspectos en ejercicios de audicion musical: el descriptivo, el analitico y el interpretativo. En el primero van los datos para reconocer o identificar la obra y el compositor. En el segundo se ven aspectos mas tecnicos: instrumentos que llevan la melodia, indicadores de dinamica, matices de intensidad, pulso, ritmo, modulacion, momentos de climax de la obra. Y finalmente, en la parte interpretativa el estudiante debe hacer un comentario critico, fundamentando el por que le gusta o no la obra escuchada, y que sentimientos le genera o que mensaje cree que el autor haya querido transmitir. Espero sus apreciaciones. Saludos!
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